Las viñas de la familia Viteri sobrepasan las 60 hectáreas y están situadas en La Rioja Alavesa. Todas las variedades plantadas son autóctonas, siendo mayoritaria la variedad de uva Tempranillo, acompañada por Graciano, Garnacha y Mazuelo en tintas.
Alrededor de 4 hectáreas de viñas son de uva blanca principalmente Viura, con alguna planta de Garnacha y Malvasía en menor cantidad.
El marco de plantación es de 2,60 x 1,20, con una densidad aproximada de 3000 cepas por hectárea. La mayoría de las parcelas están plantadas en el tradicional sistema de vaso, permitiendo a la planta recibir el calor de la tierra durante la noche protegiendo la uva y evitando el exceso de transpiración del agua.

El fruto de las parcelas con más edad, en algunos casos superiores a 100 años, son destinadas a la elaboración de los vinos de Reserva y Gran Reserva, en las cuales los rendimientos no alcanzan los 3.000 kg. por hectárea. El resultado son unos frutos de muy alta calidad, con una composición sorprendentemente equilibrada. A partir de estas excelentes uvas elaboramos vinos con un carácter muy expresivo de nuestra zona, capaces de agradar y convencer al más exigente de los expertos.
La vendimia se realiza de forma manual, en los tradicionales cestos de vendimia de unos 20 kg. de capacidad evitando el deterioro de la uva para que llegue a la bodega en condiciones óptimas sin problemas de oxidación, seleccionando las fincas a vendimiar en el momento óptimo para el corte, basándonos en controles y análisis periódicos sobre la madurez polifenólica de cada parcela, que se acentúan con la proximidad de la vendimia.

A la entrada de la uva en la bodega comienza un proceso altamente sofisticado, aunando tradición y modernidad, los métodos de elaboración no han cambiado pero si las herramientas para llevarlos a cabo.
Tras una selección en bodega de los mejores frutos, estos pasan a la despalilladora donde se separa del raspón, una bomba peristáltica que permite el traslado desde la despalilladora hasta el depósito sin oxidación del fruto. El depósito, del tipo Ganímedes, con la más alta tecnología, permite la elaboración de los mejores vinos de crianza, reserva y gran reserva.

Pasando después a las 400 barricas de roble francés, húngaro y americano, que dispone la bodega para la crianza de sus vinos, donde reposan hasta adquirir sus mejores cualidades.
El resto de la uva se elabora con el método de fermentación carbónica, sin pasar por la despalilladora, se coloca todo el fruto directamente en modernos depósitos de acero inoxidable, con control automático para la temperatura de fermentación, para conseguir con los máximos parámetros de calidad, que permite elaborar grandes vinos jóvenes que no llevarán crianza.